Es evidente que en las sociedades en las que vivimos existen muchos casos de dominación estructural (no individual), y sin embargo los dominados no parecen resistirse a ella, e incluso la aceptan. ¿Cómo es esto posible?
Sin duda existen muchas causas que explican esta situación, muchas tácticas ideológicas que son dignas de estudio y análisis. Pero aquí me limitaré a explicar cuatro argumentos que los dominantes utilizan para engañar y frustrar a los dominados y que estoy seguro que al lector le resultarán familiares.