martes, 2 de septiembre de 2014

El señor de las moscas y la naturaleza humana

El señor de las moscas es una genial novela y peor película(s) que trata sobre un grupo de chavales de unos 13 años que de golpe se encuentran a solas con ellos mismos en una isla desierta. Al principio completamente desconcertados, los niños se organizan como pueden, pero se toman todo como si fuese un juego. 

Hasta aquí todo normal. Podría ser una novela más. Pero pronto todo se torna hostil y brutal. Los niños practican un acoso implacable contra un niño obeso, apodado Piggy (cerdito en español), que representa nada más y nada menos que la voz de la razón. Piggy pide organización, racionalización de los alimentos, paz y orden. Lo que pediría cualquiera con dos dedos de frente. Pero los preadolescentes están drogados por la locura colectiva. Nada quieren saber de "las cosas de adulto". La caza es un ritual salvaje, en la cual se llega a confundir al humano con el animal. 

A medida que va pasando las páginas, el lector se va quedando con mal cuerpo, y se da cuenta de que nada de eso es ficción, que probablemente meter a chavales en una isla desierta, sin autoridad, tenga obligatoriamente ese resultado. A ver si se creían ustedes que se iban a poner a implantar el comunismo primitivo o algo.

El señor de las moscas es una obra maestra, pero se ha utilizado para fines totalmente erróneos. Hay quien ve en esta historia la prueba de que el ser humano es malo por naturaleza. "Miren, es dejar a unas docenas de chicos en una isla desierta, y se vuelven salvajes sin piedad". Grave error. En todo caso, habría que decir que el ser humano es malo si se deja en la naturaleza. Por otra parte, ¿no tendrá mucho que ver la sociedad en la que vivían estos chicos, con toda esa violencia cultural reprimida en el mundo real, en su explosión de salvajismo?

Voy a ir más allá. Voy a plantear algo que a muchos les chocará. Afirmo rotundamente que el ser humano no tiene naturaleza. Sus visiones del mundo, sus actos (sean o no brutales y salvajes), su forma de ser, están determinados por el entorno en el que viven. Un chico británico de 13 años que vive en una familia de clase media-alta es difícil que se comporte de forma cruel y despiadada con sus amigos. ¿Por qué? Porque le han educado así, porque por su comodidad no tiene necesidad de ser malo, por el sistema escolar al que ha acudido, porque realmente no ha visto un mundo cruel de cerca. ¿Y si este chico se cría en un barrio bajo de Manchester? Para vivir tiene que robar, tiene que buscarse la vida más o menos sólo, no puede ser bueno, no puede andarse con tonterías. Desde luego no tendría la misma personalidad que su homólogo de clase media-alta. ¿Y si le soltamos en una isla desierta con 100 chavales más de su edad? Sin autoridad, sin cultura, sin valores, sin leyes, sin represión, sin demasiadas provisiones. Antes o después van a estallar tensiones entre ellos. Por lo que sea, algún motivo encontrarán.
¿Qué deducimos de todo esto? Que es el ambiente, la realidad social que uno experimenta, lo que le hace comportarse de un modo u otro. Si hay cambios bruscos en mi realidad material, es lógico que me sienta desorientado y actúe de forma imprevisible (tal es el caso de estos chicos, y también de la clase media cuando se empobrece rápidamente).

Y si la naturaleza humana no existe, ¿cómo es que todos hablan de ella y la traen continuamente a colación? En mi opinión esto se debe a que la naturaleza humana es un excelente argumento para justificar hechos. Imaginemos que yo quiero defender el sistema capitalista, y viene una persona a decirme que prefiere un sistema socialista, solidario, justo etc. etc. Yo perfectamente le puedo decir que por mucho que nos duela, el ser humano es egoísta por naturaleza, y por tanto no se puede construir un sistema socialista. De hecho, el simple hecho de pensarlo es absurdo. Si me pone pegas le diré "mira a tu al rededor: los alumnos, los trabajadores, los empresarios, los partidos... todos buscan su beneficio, todos compiten entre ellos, ¡son así por naturaleza!". A lo que mi oponente, si es suficientemente avispado, me repondrá que si la gente es egoísta es precisamente porque vive en un sistema cuya base es el egoísmo y la competición.

Decía el pobre Piggy que el ser humano es bueno, pero que la sociedad lo hace malo. Esto suena muy bonito, muy romántico, pero me temo que es mentira. No hay mejor prueba que el ejemplo de unos chicos a los que les sacan de la civilización y les sueltan en la naturaleza, sin instituciones, policía, leyes ni educación, y acaban... como acaban.

5 comentarios:

  1. Excelente artículo sobre una excelente historia. Pero quiero puntualizar una cosa:
    El ser humano TIENE naturaleza. No quiero decir, con esto, que sea bueno o malo por naturaleza, sino que tiene naturaleza. Tiene, por naturaleza, un cuerpo y una mente que interactúan (no se sabe del todo como), y esa mente tiene raciocinio: capacidad de tomar consciencia de sí misma.
    Somos la única especie conocida capaz de pensar por sí misma de forma compleja, conscientes de nosotros mismos, y eso supone muchas cosas. Supone que somos capaces de hacer cuanto nos propongamos siempre y cuando no viole las leyes físicas. Supone que podemos conocer esas leyes físicas. Supone que interactuamos de forma compleja, formando sociedades. Esto implica un deber tremendo: actuar siempre buscando el bien común, no buscando satisfacer nuestros instintos más primarios o nuestro propio bien solamente. Tenemos que ser, en definitiva, seres éticos.

    ResponderEliminar
  2. El ser humano tiene la misma naturaleza que cualquier otro ser vivo: sobrevivir. Si para sobrevivir necesitamos mantener relaciones recíprocas con nuestros semejantes (u otros seres) así lo haremos. Si para sobrevivir necesitamos traicionar a nuestros semejantes, así se hará.

    Nuestro cerebro no es ni bueno ni malo, ni altruista ni egoista, es un superviviente. Luego el entorno y las circunstancias son las que condicionan las decisiones de la sociedad, ergo condicionan la mente humana.

    ResponderEliminar
  3. No he podido leer el artículo entero. Puedo estar de acuerdo con no matizar la naturaleza humana como "buena" o "mala", otra cosa es negar su existencia, y valerse, de una manera irónicamente posmoderna, de una novela claramente naturalista, para defender la tesis contraria. Es como justificar el feminismo con Nietzsche. Los seres humanos tenemos X órganos en el cuerpo, el número de los importantes es clónico, el funcionamiento es el mismo, tenemos unos músculos que nos ayudan a sustentarnos, unos huesos... ahora, cuando se llega al cerebro la cosa ya "cambia", ya que es un órgano escurridizo que, como todo lo que no está claro "se puede inventar" según la ideología posmoderna. Sin extenderme a nivel de tesis universitaria, le diré que el altruísmo significa "dejar la propia voluntad para incorporarse a la del grupo". Los jovenes que retrata esa novela estaban siendo "altruístas" al unirse contra "Piggy". Otra cosa es qué formas de altruísmo convienen y cuáles no convienen, todo forma parte de un diseño social donde es OBLIGATORIO conocer la naturaleza humana. ¿Es posible el anarquismo? Claro, lo que no se sabe es si es conveniente. Sin ir más lejos donde se implantó, se hizo con guerra y altísimos niveles de represión física y psicológica. Y el resultado es bastante discutible, aunque defendible sin salirse de la razón. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca lo bueno sin lo malo ni lo malo sin lo bueno. Las utopías no existen. Es lo que he querido decir.

      Eliminar
    2. Las utopías existen, pero no son posibles.

      Eliminar