lunes, 11 de agosto de 2014

¿Qué es la casta?


Hablar de casta política (a menudo abreviado en 'casta' a secas) era hasta hace poco monopolio de la derecha. Era algo muy de votante de UPyD. Hablar de la casta y sus gastos, de los asesores del Senado, de los coches oficiales y de las dietas de los diputados. Y era y es algo que desde la izquierda detestamos. Nos empeñamos en decir, sin descanso, que hay que mirar al capitalista y no al político, porque este en última instancia no es más que un títere de los ricos.

Unos meses atrás irrumpió en el panorama político español Podemos, un partido dirigido por intelectuales de clase media que recogió el descontento de la propia clase media, a la que es fácil agitar en tiempos de crisis. También va ganando votos entre los obreros, clase que normalmente se ciñe a votar a uno de los grandes partidos.

El caso es que Podemos y su líder (aunque él no quiera autodenominarse así, por considerarlo lenguaje negativo y parte de la 'vieja política') comenzaron a bombardear los platós televisivos con el término casta. Y claro, a mí me hizo gracia. Y a la gente de izquierdas en general también. Pero pensé que era inteligente robarle a la derecha esa palabra y darle otro significado, algo que jamás habría pasado por las mentes de un partido de izquierdas clásico.

Al principio la casta eran sólo los políticos 'del régimen'. ¿Qué significa ser del régimen? Significa básicamente ser rico, no trabajar para el pueblo sino para "las eléctricas, la banca..." y ya que estamos ser corrupto. O pertenecer a un partido corrupto. O sea, que ser de la casta equivale a ser un político burgués. Un servidor público que no sirve a la mayoría sino a una minoría muy poderosa. Los intelectuales de Podemos se limitaron a cambiar un término hoy en día ridículo (político burgués) por otro nuevo entre los votantes progresistas (casta).

Podemos ha ganado su apuesta por el término casta. Ahora se escucha en muchas partes, en la prensa y los debates, en las bromas de los círculos de izquierdas etc. Y algún idiota con pocas miras, como Felipe González, adopta el término (obviamente negativo)... y se lo atribuye a sí mismo. "Soy de la casta que creó la sanidad pública", dijo. Para alguien que entienda de política y tenga capital cultural la frase de Felipe Gonzalez es genial, es un zas para los de Podemos. Pero en términos populares el expresidente socialista la cagó.

Errejón dijo que cuando ellos utilizan el lenguaje que tú has creado es que estás ganando. Y es cierto. ¿Cuál fue la última vez que un partido de izquierdas introdujo un término, o cambió un significado con éxito? Probablemente desde la Segunda República no conseguíamos algo así. Normalmente nosotros tragamos con su lenguaje, o nos encerramos en lo poco que queda del nuestro de forma bastante patética.
Todo esto está muy bien, pero 'casta' sigue siendo un término demasiado ambiguo. ¿Cómo podríamos definir a la casta? ¿son sólo políticos, o también caben los poderes económicos? ¿y algo más? Es lo que me propongo a continuación: dar un contenido a este palabro y responder al título del artículo.

La casta como alianza intersectorial de poderes
La casta es una alianza entre poderes. Decir esto requiere antes que nada definir qué es ser el poder. ¿Cómo sé si soy parte del poder?

Podemos definir el poder como una capacidad estable y extendida en el tiempo de poder hacer que los demás se adapten a tus deseos. El banquero que 'sugiere' al político que vote a favor de una ley que le beneficia tiene poder aunque no lo ejerza directamente. Tener poder de verdad significa poder hacer que quienes mandan trabajen para ti. Si el parlamento crea una ley pro-desahucios los demás se tienen que adaptar quieran o no, y si se niegan se manda a la policía y punto. Así de fácil.

Pero claro, no todo el poder está concentrado. Si le preguntamos a un comunista sin demasiada formación quién detenta el poder nos dirá que es la burguesía quien manda. Pero la realidad es mucho más compleja, aunque la anterior afirmación tenga mucho de cierta.

La prensa, por ejemplo, también es un poder. El ejército otro, aunque ahora esté latente. La policía también. La casta viene a ser una alianza entre todos estos poderes para lograr la realización de intereses contrarios a los de la mayoría. Es decir, la casta estaría compuesta por un conjunto de personas que trabajan en los distintos poderes de la sociedad (el poder económico, el poder político, el poder militar, el poder mediático, el poder educativo...) para lograr ciertos objetivos.

Entonces, tendremos que decir qué objetivos son esos. ¿En función de qué actúa la casta? ¿hay algún poder que predomine? Por ejemplo, ¿podemos decir que predomina el poder militar? Va a ser que no: de lo contrario probablemente veríamos una sociedad más militarizada, la nacionalización de empresas armamentísticas etc. ¿Predomina el poder político? Vistas las continuas declaraciones de los partidos de que deben adaptarse a 'los mercados' tampoco parece que sean ellos los que mandan. Plantear que la prensa es el poder dominante entre la casta tampoco tiene mucho sentido, pues suele difundir un mensaje u otro dependiendo de lo que requieran los otros poderes, es decir, la prensa no tiene intereses propios (o al menos no significativos) sino que es más bien un instrumento.

¿Entonces cuál es el poder real? ¿quién manda en la casta, ese conglomerado de personas poderosas contrarias al interés de la mayoría? Demos la palabra a Iñigo Errejón, uno de los dirigentes de Podemos:
¿Cuál es el poder real? ¿es el poder que tienen los diputados? Pues tienen un poquito de poder, pero ese no es el poder fundamental. El poder real está entre quienes acumulan muchísimo [dinero] en muy pocas manos. Tienen un inmenso poder que jamás pasa por las elecciones, y es elegido sistemáticamente por mecanismos no democráticos. ¿Cuáles son esos mecanismos no democráticos? Son los mecanismos de la economía.
El poder económico son básicamente los grandes empresarios y banqueros. Estos dominan al poder político y al mediático y además cuentan con el favor de las fuerzas represivas que están sometidas al Gobierno.

A los políticos los suelen controlar de dos formas. La primera es mediante el soborno, sea financiando al partido (hemos visto ejemplos en el PP) o contratando a sus altos cargos en empresas (hay cientos de casos de políticos que al acabar sus funciones estatales fichan por alguna gran empresa). No hay más que ver el destino de Aznar o González (Endesa), o el simple hecho de que nuestro Ministro de Defensa trabajase anteriormente en una empresa armamentística y el de Economía en un banco. La segunda es mediante la amenaza de sabotear la economía, pues en realidad son estos poderes económicos los que la controlan. Pueden perfectamente sentarse con el Gobierno y decir "mira, si subes el salario me llevo la empresa al tercer mundo" o "mira, si me subes los impuestos me llevo la pasta a un paraíso fiscal" o "si gana este las elecciones monto un boicot económico".

En cuanto a la prensa, sencillamente son ellos los que la financian. El periódico de información general más leído en España, El País, está pagado con el dinero de grandes inversores (Liberty Acquisition Holdings Corp posee el 47% de las acciones), banqueros, y familias de magnates. Le sigue El Mundo, propiedad de Unidad Editorial, a su vez propiedad de un gigante económico italiano financiado entre otros por Fiat.
Por su parte, las fuerzas de represión (policía y, en última instancia, ejército) tienen que estar por fuerza sometidas a la casta. De hecho esta unión llega hasta el punto que las cúpulas policiales pueden ser parte de la propia casta, aceptando el sometimiento consciente al poder económico.

De algún modo, podemos concluir que el poder económico es la cabeza de la casta. Son los que en última instancia mandan. Dicho esto, pueden existir conflictos entre los componentes de la casta, y dentro de los propios aparatos del poder. Por ejemplo, pueden existir y existen periodistas y policías que trabajen para la casta pero que en realidad estén resentidos con ella. Y es perfectamente posible que quienes trabajan para la casta sin ser parte de ella se rebelen y se pongan del lado de la mayoría social.

Es decir que entre los propios sectores que mandan en nuestra sociedad hay contradicciones, contradicciones que se pueden y deben explotar. En el seno de un partido político de la casta, como el PSOE, puede haber ciertos mandatarios en desacuerdo con que el Gobierno trabaje para los ricos. Y esos conflictos pueden estallar en cualquier momento. También hay policías que deben estar deseando detener al banquero que evade impuestos, y no hablemos ya de los inspectores de Hacienda.

La mayoría de aparatos de los que dispone el poder económico son eso: aparatos, instrumentos. No son fines en sí mismos sino herramientas para la dominación.

¿Cómo acabar con la casta?
Si hemos admitido que la cabeza de la casta es el poder económico (los propios dirigentes de Podemos así lo piensan), podemos concluir que para acabar con ella bastará con decapitarla. Con esto quiero decir que no es necesario destruir todo lo que controlan los grandes empresarios y la banca, sino que lo que debemos hacer es controlarlos nosotros. Controlar la prensa, el ejército y la política desde abajo. Una vez acabemos con el poder económico (expropiando y nacionalizando siempre para ponerlos al servicio de la mayoría) la propia casta política, militar, informativa etc. tenderá a desaparecer. Sus servidores tendrán que adaptarse a la nueva realidad.

Por ejemplo, es difícil imaginar que la prensa en general siga emitiendo opiniones favorables a un poder económico que ya no existe. Siempre quedará un Intereconomía, pero es de esperar que sea marginal. También la policía dejará de desahuciar, dado que no habrá bancos que ordenen desahucios. Las aulas de economía serán por fin críticas y plurales, no serán necesarios alumnos que repiten dogmas liberales.

Pero las ideas que haya difundido la casta a través de sus propios componentes (mandamases universitarios, intelectuales, periodistas, cineastas...) seguirán flotando en la sociedad, y lo primero es combatirlas. Porque son ideas contrarias al bien común que no sirven más que a los cuatro ricachones de este país. En eso ya anda trabajando Podemos.

8 comentarios:

  1. Pues aunque parezca fácil, lo difícil es ponerle el cascabel al cerdo, se revuelve cual felino y huele el peligro a distancia el puñetero.

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    1. Creo que lo mejor para ello sería algo como perder una guerra, aunque no creo que pase. Así tendríamos "efecto Tujachévski" en el ejército, lo cual es beneficioso.

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    2. ¿efecto Tujachévski" ?
      Yo creo que esto estaría feo hacerlo con los cuadros del PP/PPSOE, que conste que no me opongo, pero no soy partidario de llegar tan lejos, pero no me tientes que la carne es débil, jajajaja

      “En la tercera planta vivía Tujachévski con su esposa y su hija, Svetlana. Primero detuvieron al padre, después desapareció la madre y mandaron a Svetlana a un orfanato. Cambiaron los nombres y apellidos de los niños pequeños para que sus padres nunca pudieran encontrarlos después de salir de la cárcel. En la segunda planta vivía Proskúrov, que fue fusilado a principios de los 30. A nuestro vecino del séptimo lo fusilaron en 1938”.
      http://moscowiloveu.blogspot.com.es/2012/03/la-casa-del-malecon.html

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    3. Por "efecto Tujachévski" me refiero a que la unidad de este mismo general se rebeló en pleno en 1917, uniéndose a los insurgentes marxistas de la guardia roja, y a que él y Trotsky fueron los organizadores y estructuradores del ejército rojo, siendo un caso paradigmático (el propio ejército estaba en contra del Zar, lo que facilitaba las cosas). Es cierto que posteriormente fue detenido acusado de alta traición por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado (la policía militar temía un posible golpe de estado como el que había habido en España el año anterior y Tujachévski era amigo por correspondencia del general alemán Guderian).

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  2. Sí señor, tener al ejército o a parte del mismo a favor de la causa revolucionaria o progresista facilita las cosas, lástima que ese no es el caso de Caspaña ni por asomo y con el agravante de unas fuerzas armadas que además están bajo las órdenes de la Otan o sea del Gran Gendarme así que la única vía de escape que nos queda es jugar al juego trucado de esta democracia burguesa y cual carcoma en la madera ir generando espacios participativos y de concienciación de una ciudadanía que por desgracia hasta fechas recientes vivía mayormente plácida y reconfortada con Futbol, famoseo y otras hierbas atontantes.
    Recuerdo a gente obrera que venía súper orgullosa por la oficina a decirme que su vecino había vendido su piso por tropocientos millones y yo les decía que si solo tenían ese piso de qué coño les servían aquellos incrementos de los precios si no lo podía vender y disfrutar la plusvalía, más tarde comprendieron que entre otras cosas servía para poner por las nubes el IBI.
    Discúlpame por la broma del general Tujachevski, era un pequeña provocación para que lo explicases tú, porque ni yo me acordaba del nombre del General y pensé que a los posibles lectores les pasaría tres cuartos de lo mismo, ciertamente que Stalin empezó por lo que parece a ver traidores hasta debajo de las piedras y se convirtió en un obseso del poder con manía persecutoria, todas esas miserias, que no son pocas las ha utilizado la derecha a conciencia para desacreditar al socialismo y conseguir que en la gente común considere el comunismo un fantasma aterrador, y no conviene perder el tiempo en convencerles de que la experiencia Staliniana es una cosa y el socialismo de verdad es otra, como no es lo mismo Ellacuría que Rouco Varela, aunque los dos hablen en nombre del único Dios verdadero (que no existe) pero que da por saco igual que los demás dioses falsos que también brillan por su ausencia.
    Bueno un saludo camarada, has escrito muy buen post y bastante optimista, como debe ser, con el optimismo de la voluntad, yo intentaba también poner un poco de cachondeo porque como decimos en PODEMOS y en particular mi admirado Monedero la acción política tiene que tener alegría, por más que a veces den ganas de llorar.

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    1. Si bien, obviamente, la cúpula de las fuerzas armadas (el generalato) es enormemente conservador, la tropa y los oficiales de campo están cada vez más descontentos por los recortes (les están afectando bastante, aunque en menor medida que a los médicos y los profesores) y porque su país se "prostituye" al extranjero. Este es un elemento a tener en cuenta, ya que el ejemplo que puse antes no fue general hasta que se formó el Ejército Rojo: era oficial de campo (comandante). Empero, como bien has dicho el comunismo es considerado un fantasma aterrador (aunque mucha gente no sepa lo que es). Por ello la baza que hay que jugar es la de ir en base a los intereses de las clases bajas y medias, buscando recuperar la soberanía y que dejen de tratar nuestro país como una marioneta. Apuesto a que eso les gusta e interesa. Y si añadimos recuperar el prestigio internacional y apoyar operaciones que busquen que Marruecos abandone el Sáhara occidental (formándose la "República del Sáhara Occidental" como aliado de España), es posible que muchos apoyen más todavía.

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  3. Sigo esperando que algún iluminao de los de antes o de los emergentes me diga como piensa conseguir aumentar el empleo en un país donde en todas las tiendas hay de todo. Que piensa fabricar que te no haya ya, porque aquí nadie habla como piensa recupera el tejido industrial que se ha perdido des el principio de la globalización y la "chinización" de casi toda la producción industrial. Menos cuento, que ya somos mayorcitos.

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  4. El poder económico se ha dedicado a la economía especulativa porque se ahorra problemas laborales, puedo hacerlo sentado en una mesa delante de un ordenador sin mas empleados que el mismo, puede hacerlo en cualquier parte del mundo. Por otra parte en la economía productiva hay mucha competencia y muy poco campo sin explotar, el mercado esta mas que saturado, cierto que mucha gente carece de muchas cosas, pero no porque no haya en el mercado, si no porque no dispone de dinero para adquirirlo, la parte del mundo con un poder adquisitivo prácticamente nulo, que es la mayoría, esa es la que tiene que evolucionar, ¿Por qué no van los capitales a invertir allí?
    pero no para traernos la producción a nosotros, que la consuma donde la producen, si nos quitan la industria y el empleo que se queden con la producción. Como dice el refrán popular, cada perro que lama sus heridas.

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