Salvados se ha convertido en un programa tan popular que cuando digo que no me gusta todos me saltan al cuello. "¿Pero cómo no te puede gustar?", "es que tú o es un programa comunista o nada", "el caso es criticar por criticar, sectario". Y claro, algo parecido ocurre con el programa El Objetivo, o más bien con su presentadora Ana Pastor. A todos les gusta. A los de izquierdas, a los de derechas, a los de centroizquierda, a los de centroderecha. Todos, por una vez, se ponen de acuerdo en algo: Ana Pastor es una periodista genial, que "se mete con todo el mundo, sea de la ideología que sea" y que encima es muy buena entrevistando.
Jordi Evole (protagonista del programa Salvados) y su colega Ana Pastor se han convertido en vacas sagradas: son prácticamente incuestionables, te tienen que gustar sí o sí y si no es que eres un sectario o peor aún: un comunista resentido y malvado que lo crítica todo y a todos.